Poesía ortónima 1921-1930
NAVIDAD
Nace un dios. Otros mueren. La verdad
Ni vino ni se fue: cambió el Error.
Ahora tenemos otra eternidad,
y era siempre mejor lo que pasó.
Ciega, la ciencia labra la inútil tierra.
Loca, la fe vive el sueño de su culto.
Un nuevo dios es solo una palabra.
No procures ni creas: todo está oculto.
Ella canta, pobre segadora,
creyéndose feliz quizás;
canta y siega, y su voz, llena
de alegre y anónima viudez,
ondula como un canto de ave
en el aire limpio como el umbral,
y hay curvas en la trama suave
del son que está por cantar.
Oírla alegra y entristece,
en su voz está el campo y la lucha,
y canta como si tuviera
más razones para cantar que la vida.
¡Ah, canta, canta sin razón!
Lo que en mí siente está pensando.
¡Vierte en mi corazón
tu incierta voz ondulando!
¡Ah, poder ser tú, siendo yo!
Tener tu alegre inconsciencia,
y la conciencia de ello! ¡Oh cielo!
¡Oh campo! ¡Oh canción! ¡La ciencia
pesa tanto, y la vida es tan breve!
¡Entrad dentro de mí! ¡Haced
de mi alma vuestra sombra leve!
Después, llevándome, ¡pasad!